La experiencia del “mojado” : análisis de los corridos La jaula de Oro y El otro México de Los Tigres del Norte

Lorena Moncada

Las canciones La jaula de Oro (1984) y El otro México (1986), escritos por Enrique Manuel Franco e interpretados por el popular grupo norteño de Los Tigres del Norte, son dos canciones representativas del género musical de los corridos, típicos de la cultura popular del norte de México. Dentro del gran género de los corridos, estas dos canciones, por sus temas y motivos, forman para de los corridos sobre inmigración. En este estudio, analizaremos las letras de ambas canciones, identificando los tópicos centrales que aborda esta narrativa hecha canción.

En una primera instancia hay que considerar qué tipo de género musical son los corridos mexicanos y que representan en la cultura mexicana. Los corridos forman parte de la cultura y tradición oral del norte de México y de los territorios de la frontera norte. En muchas ocasiones, sus letras llenas de rima relatan hazañas o eventos del pasado que han trascendido el tiempo y tienen referencias extratextuales reconocidas por la comunidad, como indica Chew:

Los corridos son una fuente popular de entretenimiento para las comunidades mexicana y mexicoamericana, quizás porque son fáciles de memorizar, utilizan el lenguaje local de forma relevante, y narran eventos en los que la humanidad se interesa. Los temas de los corridos expresan el rango entero de la experiencia humana y sus sentimientos. (84)

Sus letras llenas de intensidad, abarca temas de gran representatividad cultural como el amor, el honor, la familia, la nostalgia, el desarraigo, la épica de la revolución mexicana y sus héroes como Pancho Villa y Zapata y más recientemente, los motivos del contrabando y el narcotráfico, canciones conocidas como narcocorridos. Desde los años del movimiento chicano en los años sesenta, en la música norteña surgió un tipo de corridos de migración que dan cuenta de la diáspora mexicana a EEUU y las experiencias migrantes, especialmente interpretados con gran popularidad por los conjuntos norteños como es el caso de Los tigres del Norte .

El tratamiento que recibe el tema de la migración en los corridos da muestras de la complejidad del fenómeno, son cantos de indignación, dolor y resistencia y también en muchos casos intentan revisar la historia contada por sistema dominante y denunciar y revertir prejuicios, como indica Herrera-Sobek:

Presentan la emigración como un fenómeno multidimensional donde existe ironía, amor, inteligencia y capacidad de sobrevivir. Los corridos ilustran varias formas de resistencia ante situaciones adversas, así como los aspectos positivos reales de la emigración hacia Estados Unidos. (152)

Los corridos de migración tienen una naturaleza introspectiva. Presentan una voz, una postura definida ante los hechos y ante la historia. Esta voz en muchas casos es autobiográfica, que pertenece a las clases trabajadoras que se ven forzadas a emigrar, los eventos son contados de primera mano desde la experiencia del “mojado”, una voz con valores identitarios fuertes que ofrecen resistencia ante la explotación y la discriminación racial y lingüística. El conjunto Los tigres del Norte refleja todos estos rasgos del corrido de migración. No obstante, su innovación fue expresar los conflictos de la migración y las comunidades marginadas y explotadas en las nuevas dinámicas y espacios sociales: “Sus corridos trataban de comunidades marginadas, pero en escenarios urbanos y con problemas diferentes, como la migración, el contrabando y el desplazamiento causado por la globalización. Estos nuevos corridos tuvieron un éxito y aceptación sorprendentes” (Chew, 89).

Las letras de Los tigres del Norte son unas veces la expresión del sentimiento de frustración por las invaluables pérdidas culturales que enfrenta un mexicano que cruza el Río Grande. En otras ocasiones son una reivindicación de la identidad del México del otro lado de la frontera y el valor del trabajo de sus manos, motivos presentes en las canciones La jaula de Oro y El otro México . Para el análisis de estas dos canciones, se han identificado los tópicos más recurrentes en las narrativas que van construyendo estos dos corridos, que a continuación se presentan.

Revalorización del mojado

Ambas canciones presenta el tema del mojado, expresión para referirse a quienes han cruzado el Río Grande, o ingresado de manera indocumentada, al territorio estadounidense. La voz poética evoca ese viaje sin retorno, un hito que quiebra la vida del migrante en un antes y un después. Así, La jaula de oro nos dice:

Diez años pasaron ya

En que crucé de mojado.



De igual forma, El otro México refiere:

Ya muchos años

Que me vine de mojado

Mis costumbres no han cambiado

Ni mi nacionalidad.

Un término despectivo para la cultura dominante, aparece en los corridos como una acción valiente, un motivo de orgullo que se deriva de la voluntad de progresar. El corrido refiere al valor que hace falta para dejar familia, títulos, tierra y reconocimiento social, a emprender el camino de la incertidumbre, como se refleja en estos versos de El otro México :

Que un doctor un ingeniero

Se han cruzado de braceros

Porque quieran progresar

O que un cacique deje tierras y ganado

Por cruzar el río bravo

Eso nunca lo verán.

Se destaca la calidad humana del mojado, su rol de proveedor de la familia que ha dejado y el aporte de su duro trabajo al nuevo, y muy ingrato, país.

Rechazo al asimilación cultural

En esa intención de expresar las complejidades de la situación del migrante, el corrido La jaula de oro refiere al problema de la asimilación cultural a los Estados Unidos. La voz poética de La jaula de Oro reconoce la posibilidad de que México sea un referente olvidado en su totalidad para sus hijos, y deja entrever el dolor paterno hacia la asimilación de los hijos al sistema dominante:

Mis hijos no hablan conmigo

Otro idioma han aprendido, y olvidado el español

Piensan como Americanos, niegan que son Mexicanos

Aunque tengan mi color

La letra de este corrido incluye palabras en inglés en boca del niño para ilustrar la enorme distancia semiótica y cultural entre las dos generaciones, que se evidencia con toda crudeza en el uso lingüístico:

"Escúchame hijo

Te gustaría que regresaramos a vivir México?"

"Whatcha talkin' about dad?

I don't wanna go back to Mexico, no way dad"

La intervención de la voz del niño en inglés parece una ofensa o golpe a los sentimientos del padre, pues es símbolo de pérdida de toda identidad cultural mexicana.

La hostilidad en los espacios rurales y urbanos

En ambos corridos hay frecuentes alusiones al espacio del país receptor, tanto rural como urbano. En La jaula de oro , las calles de la gran nación, no reemplazan la nostalgia del México querido. Es un espacio hostil, la amenaza real de ser deportado impiden cualquier arraigo o sensación de hogar. Ante la total imposibilidad de volver ni siquiera de visita a México, Estados Unidos se ha convertido en una prisión que no solo roba su libertad, amenaza la identidad cultural en la próxima generación. En cuanto a la canción El otro México , el espacio que recrea es un espacio rural, de condiciones muy duras, que se deduce de frases como “trabajando bajo el sol”, o “cruzarse de braceros”. Los espacios rurales y urbanos que construyen ambos corridos son espacios marginales, donde el sujeto se siente injustamente desplazado y en condiciones de explotación laboral. En contraposición, México aparece como el espacio idealizado a través de la nostalgia, es identidad y el símbolo del hogar. Las tomas del Zócalo o la Plaza de la Constitución en el video musical de La jaula de oro ilustran este punto.

Revisión histórica

Un rasgo prototípico de los corridos es que presentan una revisión de los hechos históricos, reivindicando actores que han sido invisibilizados o cuestionando los discursos y narrativas del poder. En este sentido, el corrido El otro México, expresa lo siguiente:

En este suelo que ha sido

Territorio nacional

Es el esfuerzo

De todos nuestros hermanos

Y latinoamericanos

Que han sabido progresar.

Esta alusión histórica remite a aquellos espacios territoriales que fueron objeto de disputa durante la intervención de Estados Unidos a México en 1846 y que paradójicamente ahora constituyen El otro México , un lugar de esfuerzo que en el corrido se presenta como dignificado por el trabajo duro de los inmigrantes latinoamericanos.

Como hemos visto, estos corridos de migración mantienen un tono pesimista, un registro de tristeza y amargura que da cuenta de la crisis social que en estas tierras fronterizas representa la migración, y son una descripción emocional del la experiencia del migrante y sus esperanzas y frustraciones.




Referencias

Chew Sánchez, Martha I. Los corridos en la memoria del migrante . 1st ed., University of New Mexico Press, 2006.

Herrera-Sobek, María. The Bracero Experience : Elitelore Versus Folklore / María Herrera-Sobek ; with an Introd. by James W. Wilkie. UCLA Latin American Center Publications, University of California, 1979

Previous
Previous

Disyunción familiar y comunitaria en la diáspora mexicana en EUA en “El hielo” (La Santa Cecilia, 2013) y “La jaula de oro” (Los Tigres de Norte, 1983)