CEL CUBA
Photos, videos and reflexions of past student experiences
¡Qué bolá!
Scroll down for videos and a fotogalería of last year’s trip to Cuba.
“A life changing immersion experience
The Spanish students from Western University—enrolled in courses SP1030, SP2200, and SP3300—had a life-changing immersion experience during the reading week. They described this CEL Cuba experience, which 28 students attended, in exactly those terms. Throughout those days, they not only practiced Spanish with the locals but also made a community impact through various activities of social and cultural innovation. These included exchanges with some students from the University of Holguin, visits to schools, and a home for the elderly, among others.
As we all know, Cuba is renowned not just for its friendly, kind, and generous people but also for its music, dance, and invaluable artists. For this reason, one of the students mentioned that after this immersive experience, he wants to "dance" differently in life, appreciating everything he has, becoming more aware of the opportunities that Western University offers, and living in a more interconnected and compassionate manner. ”
A note from the program coordinators (2024-25)
Iona & Mario
Hao Yao and Sabryna’s travelogue
¡Qué bonito viaje!
¡Fotogalería!
¡Otro video!
Dancing it up!
Students reflecting on another beautiful day in Holguín, Cuba.
Previous trips!
Juan Pablo y Diana
(2019-20)
Como coordinadores fue una experiencia maravillosa
Para nosotros como coordinadores fue una experiencia maravillosa compartir una semana en Holguín con 28 estudiantes. Organizar un programa como éste siempre trae sus desafíos. Hay mucha documentación para recoger, procesos para administrar, dinero, transportes, requisitos de la universidad, talleres, reflexiones escritas, etc. El mayor reto es construir comunidad con un grupo de chicos que no se conocen y hacer que se sientan como una familia para cuando llega la hora del viaje.
El día de la salida, las expectativas y la ilusión de llegar a Cuba hacen olvidar los meses tan ocupados de preparación. La semana en Cuba pasa rápido, se duerme poco, se trabaja mucho. Hay que animar todo el tiempo, motivar el uso de la lengua por difícil que les resulte, enseñarles aspectos de la cultura latina que solo se viven ahí, en el momento. También hay que ser maestro, administrador, mamá, papá, enfermero, psicólogo, mediador, amigo, confidente y hasta ángel guardián.
Quieres que trabajen mucho, que ayuden a la comunidad, que lleguen a tiempo, que escriban sus reflexiones diarias, que se esfuercen y que aprendan todo lo que puedan; pero, al mismo tiempo, quieres que sean felices, que disfruten la experiencia, que consigan amigos, que sueñen y que la semana sea tan maravillosa que siempre quieran tener el español en sus vidas. Como coordinadores podemos decir que este año, se logró el objetivo. Tuvimos el mejor grupo y fuimos felices. Todos le pusimos el alma a la experiencia y Cuba puso la magia. Aprendimos, caminamos, sudamos, trabajamos, bailamos, compartimos con los niños, con los abuelos, con los estudiantes y con los locales. No hubo viajes al hospital, por fortuna, y las pequeñas enfermedades pasaron pronto. Todos hicimos nuestro trabajo y lo hicimos con el corazón. Esa es la razón de ser del programa y esa es la principal labor del coordinador: ponerle el corazón para que la experiencia en Cuba sea tan significativa y especial que los estudiantes la recuerden con emoción y, sin importar cuánto tiempo pase, siempre quieran regresar.